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Grecia disfruta de un clima mediterráneo templado. En el verano los días son largos y las temperaturas altas; a menudo al final del día puede haber una brisa refrescante, sobre todo en las zonas costeras y en el norte del país. En los días de verano, Atenas puede llegar a los 42ºC. Los inviernos son suaves en el sur y más fríos en el norte. La temporada de lluvias dura desde noviembre hasta marzo.
Estamos acostumbrados a escuchar en las noticias la famosa ola de calor en Grecia. Es cierto que en ocasiones las temperaturas pueden llegar a ser elevadas, pero no más en cualquier punto de España en verano. Atenas, debido a su situación y configuración geográfica, puede llegar a ser calurosa en momentos puntuales del verano y solo en ocasiones.
En ningún otro lugar de Grecia llega el calor a ser excesivo. Los lugares turísticos principales se encuentran junto al mar y por la noche refresca considerablemente, debido a la brisa marina cuyo fenómeno atmosférico se llama virazón, una inversión térmica causada por la diferencia de temperaturas entre la superficie de la tierra y el mar.
Durante el día en estos lugares hace calor, ideal para disfrutar del mar y la costa.
Desde luego la mejor época para viajar a Grecia es la primavera y el otoño.
En primavera todo es más bonito, las flores, los colores, los olores. Económicamente más barato en sus precios, lo que hace de Grecia un destino perfecto para cualquier visitante. Otra época ideal es el final del verano y comienzo del otoño hasta bien entrado noviembre. Esta época es la mejor para disfrutar el mar, mas cálido, apacible y acogedor; de las mejores puestas de sol con escasez de calima, lo que permite que los días sean luminosos y transparentes. Perfecto para viajes de tipo cultural y visitas a sitios arqueológicos. Quizás la única desventaja que tenga esta época del año es que sus días son ligeramente más cortos.
El verano es la mezcla de las dos épocas anteriores, pero con muchísimos visitantes y precios más elevados. Los inviernos, de diciembre a marzo son más bien fríos y poco predecibles. Es la época también ideal para un viaje tipo cultural, realizando un itinerario de corte arqueológico y paisajístico dejando el mar para más entrado el año.