Epidauro | Grecia

Tholos de Epidauro

El Tholos de Epidauro

El Tholos de Epidauro

El Tholos, que está siendo objeto de un programa de restauración, se erigió en la esquina oeste de la zona sagrada por Policleto el Joven, el arquitecto del teatro, a mediados del siglo IV a.C.

Estaba cimentado sobre tres muros circulares concéntricos, únicos restos del monumento que han llegado hasta nosotros. Sobre un podio circular escalonado de tres niveles apoyaban 26 columnas dóricas de 7 m de altura que sostenían un arquitrabe circular con triglifos y metopas. A la columnata exterior seguía la pared de la naos que era circular. La superficie interior estaba decorada con pinturas.

En el interior de la naos estaba colocada otra columnata de 14 columnas de estilo corintio de 6,75 m de altura. Capiteles corintios (unos de los más bellos que se han conservado de la antigüedad) y fragmentos del arquitrabe pueden verse hoy en día dentro del museo de Epidauro.

El pavimento estaba enlosado y la parte central se decoraba con piezas romboidales de mármol blancas y negras. Justo en el centro del suelo había una piedra blanca redonda y móvil que permitía ver el espacio que había bajo el pavimento. Esta parte central subterránea era circular de 8 m de diámetro. Anteriormente se creía que allí se guardaban las ofrendas de valor del santuario, pero las más recientes teorías mantienen que se trataba de un espacio ritual donde se veneraba a Asclepio como héroe. Cuando se aceptó en la cosmogonía a Asclepio como dios cesaron las ceremonias en este local inferior del Tholos.

Actualmente, no quedan más que los tres muros concéntricos de debajo del suelo, que han sido cubiertos por una reconstrucción del podio escalonado. El más interior servía de apoyo a la columnata corintia, el mediano al muro circular de la naos y el exterior, que es el de mayor espesor, era el cimiento del estilóbato circular donde apoyaban las 26 columnas dóricas.