Islas Griegas | Mykonos

 
Mykonos, Grecia
 

El Pelícano de Mykonos

 
El Pelícano de Mykonos

El Pelícano de Mykonos se llama Petros

 

A todo visitante de la isla, por poco tiempo que en ella esté, le queda guardada en su retina una serie de imágenes inconfundibles: los molinos de viento en el horizonte junto a la ciudad, las casas de pintoresca arquitectura y blanqueadas por el sol, las espléndidas playas, los típicos bares y, porque no, el pelícano Petros.

Quizás develar el misterio de este pájaro sea llegar al centro de dos enigmas griegos: las historias contradictorias y la rivalidad entre los habitantes de las distintas islas.

Si uno pregunta en Mykonos el origen del pelícano Petros, oirá, basicamente, dos versiones:

1) El Petros original está muerto y el pájaro que roba los pescados en la feria es Petros II.

2) Un año no se lo vio por la isla y se sospechó que los habitantes de la cercana isla de Tinos lo habían robado.

Claro que la historia no se acaba aquí; son muchos los rumores que corren, y entre ellos tres, sobre la muerte de Petros I:

1) Enfermó de neumonía y fue llevado a Salónica para que lo viera un veterinario que no pudo salvarlo.

2) Alguien lo estranguló. 

3) Alguien trató de violarlo.

En cualquier caso, ahora todo ha vuelto a la normalidad. Quien lo logró fue Bo Patrick, fotógrafo de la isla quien, nacido en Mytileni, pasó gran parte de su vida como productor televisivo en EE.UU.

Cuando regresó a Grecia a principio de la década del 60 se estableció en Mykonos, donde puso su propio bar (Bo´s). El talento de este hombre de gran bigote, ha sido el que ha dado a conocer al mundo entero a Petros I. Un libro, narrado como un cuento para niños, recoge los detalles de la historia de los isleños más viejos y nos habla de Petros. 

"Cal blanca y plumas rosas" contiene un cuaderno con fotos que seguramente evitará que la historia de la dinastía Petros desaparezca en la bruma del mar.

Según Bo Patrick, cuatro pelícanos dejaron su nido del mar Negro; se dirigían a pasar el invierno en Egipto, cuando una tormenta los desvió de su natural camino y los obligó a hacer tierra en Mykonos.

Tres de las aves murieron, pero Petros sobrevivió y fue adoptado por un pescador local, Zeódoros (Teodoro). Petros vivía en el muelle y al parecer le gustaba llamar la atención, al tiempo que atraía a los visitantes de la entonces tranquila isla, pues aún no poseía la notoriedad de hoy en día.

La fama de Mykonos creció, y Jackie Onassis, por entonces entusiasta de las islas griegas, llegó a enviar dos pelícanos americanos en sustitución de los muertos. Sin embargo, a causa del duro viaje que debieron soportar, las aves no vivieron mucho tras ser presentadas ante Petros, dueño de su territorio.

Un día Petros siguió hasta Tinos a un grupo de escolares de Mykonos. Un malvado pescador de Tinos le cortó las plumas de las alas, transformando a Petros de visitante en rehén, rechazando los reclamos de los Mykonios, aduciendo que el pájaro era suyo.

Pero un día se presentó Zeódoros (Teodoro) y el ave se encaramó a sus hombros. De esta forma se confirmó la propiedad del ave. Se llegó a un acuerdo y Petros regresó a su querida Mykonos, en medio del regocijo de los habitantes de esta isla. Hoy Tinos tiene a su propio pelícano, simpático, pero no tan popular.

También se introdujeron pelícanos hembra como Irini II (la Irini –Irene- anterior, francesa, apenas vivió). Irini II y Petros jugaron, aunque nunca se aparearon. En 1985 Petros fue atropellado por un auto. Irini II sigue viva, pero a la muerte de Petros I, se la retiró del muelle y pasa los días durmiendo a la sombra, en una plaza.

En 1986, llegó de Munich, Alemania, Petros II, donado por un barón viajero alemán que lo ofrecio a los amantes de Mykonos.