El Peloponeso | Micenas

Heinrich Schliemann

Heinrich Schliemann

Heinrich Schliemann nació en Mecklemburgo, ciudad situada al norte de Alemania, en 1822. A los 7 años se propuso descubrir Troya.

En 1841 consiguió un puesto de escribiente en Amsterdam. En una pobre y fría buhardilla empezó a estudiar idiomas modernos. Autodidacta, aprendió el inglés, el francés, el holandés, el español, el italiano, el portugués y el ruso.

En 1846, a los 24 años, se marchó como agente de su empresa a San Petersburgo, y un año después fundaba su propia empresa.

En 1850 estaba en América del Norte y cuando California se unió a los EEUU adquirió la nacionalidad norteamericana. Su pasión por el oro le hizo fundar un banco para el comercio aurífero. Para entonces era ya un gran señor a quien recibía el Presidente de los EEUU.

Schliemann fue, junto con Burton, el mayor genio políglota de su época. Sentía miedo de acercarse a la lengua griega por temor a sucumbir a su encanto y que esto le hiciese abandonar sus negocios.

En 1854 aprende sueco y polaco y, por fin, en 1856 comenzó el estudio del griego moderno que logró dominar en seis semanas. En otros tres meses aprendió el griego clásico.

En 1863 poseía una inmensa fortuna por lo que se retiró del comercio para dedicarse a los estudios que más le ilusionaban.

A los 46 años se dirigió a Troya, la cual excavó entre 1870 y 1873. El 15 de junio de 1873 descubre el Tesoro de Príamo. Esto le animó a buscar otro tesoro y, cosa que nadie creía, lo halló en Micenas. Basándose en un determinado párrafo de la Descripción de Grecia de Pausanias, tuvo por seguro que las tumbas de Agamenón y sus compañeros debían estar dentro de la ciudadela, y que no eran las grandes tumbas de tholos (de falsa cúpula) que se encuentran fuera de las murallas, como todos los eruditos creían, aduciendo que no podía seguirse el texto de Pausanias al pie de la letra.

Empezó las excavaciones el 7 de agosto de 1876 cerca de la Puerta de los Leones y lo primero que halló fue un círculo extraño formado por una doble fila de mojones colocados verticalmente. Y cuando excavó el círculo, y encontró las tumbas en forma de pozo de su interior creyó haber descubierto las tumbas que Pausanias atribuía a Atreo, a Agamenón, a su conductor de carro Eurimedonte, a Casandra y a sus compañeros.

Aquellos cuerpos estaban realmente cargados de joyas y de oro y de ricas armas y no tenía ninguna duda de a quién pertenecían. Y sin embargo, hoy sabemos que había hallado, en efecto, tumbas de reyes bajo el círculo, pero no la de Agamenón y sus compañeros sino otras 350 años más antiguas. ¿Quizás las tumbas de Perseo y los perseidas?

Schliemann murió en 1890 en Nápoles y su cadáver fue trasladado a Atenas.

Después de que Schliemann abandonara Micenas, las excavaciones siguieron bajo la dirección de los arqueólogos griegos P. Stamatakis (1877-1879) y C. Tsountas (1886-1902) y, en fechas posteriores, de la Escuela Británica de Arqueología de Atenas bajo la dirección, primeramente, de Alan Wace (1919-1923 y 1950-1957), y después, a las órdenes de D.French y W.Taylor (1957-1967).

Escritura Lineal BCultura MicénicaHistoria de MicenasLa FortalezaTesoro de AtreoPuerta de los Leones
Escritura Lineal BCultura micénicaHistoria de MicenasLa fortaleza de MicenasTesoro de Atreo o Tumba de AgamenónPuerta de los Leones, Micenas