Si en Delfos las grandes verdades eran reve­ladas a través de una intermediaria, la pitia, en los Misterios de Eleusis era el mismo cre­yente el que accedía a las grandes respues­tas mediante una serie de ceremonias de purificación orgánica y espiritual. Se sabe poco sobre los ritos de Eleusis, a causa de su carácter secreto, que impedía la difusión entre los no iniciados. Al pare­cer, tenían un origen agrario, basado en el culto a las diosas Deméter y Perséfone. A través de los ciclos de las estaciones y las cosechas, simbolizaban la evolución espi­ritual del ser humano desde su nacimien­to hasta la muerte. Pero los Misterios alu­dían sobre todo a una muerte espiritual, vinculada a la iniciación y que antecede a la resu­rrección, ya como individuo que ha accedido a los secretos de la existencia.

Diversos estudios han especulado sobre el papel de las sustancias psicotrópicas en ambos ritos, tanto en Delfos como en Eleusis. En el segundo, se sabe que los participan­tes ingerían un alimento llamado Kykeon, y que éste pudo contener cornezuelo del cen­teno, un hongo que multiplica la capacidad sensorial y potencia la introversión.

Oráculo y Misterios sobrevivieron a la decadencia helénica, perdurando incluso duran­te los primeros siglos de ocupación romana. Pero no resistieron la expansión del cristia­nismo. que persiguió con saña cualquier forma de desviación religiosa de su dogma. Del­fos, Eleusis y el mundo que ambos representaban, fueron barridos para siempre.